Despertar inesperado

El sol de Florida se filtraba a través de las persianas de la elegante casa de los Miller en Boca Ratón, proyectando una cálida luz sobre la mesa del desayuno.

Asi mismo, el Dr. Ethan Miller, un reconocido cardiólogo que había dedicado su vida a la salud cardiovascular, hojeaba distraídamente un voluminoso libro de texto de cardiología.

A su lado, su esposa, la Dra. Olivia Miller, una exitosa dentista, revisaba su agenda diaria entre sorbos de café.

Dado que, ambos habían construido una vida envidiable: consultorios prósperos, hijos adultos en camino y una jubilación que, al menos en teoría, parecía segura.

Incluso, sus fines de semana en los greens de su club de golf local eran motivo de orgullo.

Durante años, habían confiado en su asesor financiero de toda la vida. Era un tipo bastante agradable, siempre disponible para llamadas y reuniones anuales.

Pero, los gráficos que les mostraba siempre eran buenos, y su cartera seguía creciendo. Los Miller se sentían cómodos, seguros de haberlo hecho todo bien.

Aunque, la comodidad a veces esconde preguntas incómodas. Mientras el Dr. Miller leía sobre los últimos avances en su campo; un boletín informativo por correo electrónico en su tableta interrumpió su lectura.

Era de un sitio web financiero que Olivia consultaba a veces, y un titular sobre “RMD” y “conversiones Roth” le hizo fruncir el ceño.

Asimismo, mencionaba estrategias avanzadas que su asesor nunca le había explicado con tanta profundidad. Se lo comentó a Olivia, y aunque ella también había oído esos términos, la conversación les dejó una extraña sensación: ¿realmente estaban optimizando todo?

Por lo tanto la Dra. Olivia, siempre práctica, decidió investigar. Pasó la tarde consultando artículos y videos, y lo que descubrió la inquietó.

Entonces resulto que, había estrategias fiscales avanzadas que no solo podían reducir drásticamente sus impuestos de jubilación.

Sino también proteger mejor su patrimonio para el futuro y el legado para sus hijos.

¿Había considerado su asesor todo esto?

Esa noche, la cena fue diferente. No hablaron de la clínica, los niños ni de su reciente partida de golf. Tampoco hablaron de su próximo viaje ni de la cena con amigos.

Gracias a Olivia, hablaron de impuestos y herencias. «Ethan», dijo Olivia, «nuestro asesor es bueno, pero siento que estamos perdiendo dinero y, lo que es peor, quizá no estemos tan protegidos como creíamos».

El Dr. Miller asintió lentamente. La idea de que su plan de jubilación, la culminación de décadas de arduo trabajo pudiera no ser tan eficiente ni seguro como creían los afectó profundamente.

Por ende la tranquilidad se desvaneció, reemplazada por una sutil ansiedad. Había llegado el momento de preguntarse:

¿estaban sus finanzas realmente preparadas para la vida que querían vivir, para el legado que deseaban dejar y para continuar con su filantropía, o les faltaba algo crucial?

El enigma de las Distribuciones Mínimas Obligatorias

En definitiva, una semana después de su “despertar” tras el desayuno, los Miller se sintieron extrañamente llenos de energía. La ansiedad por no saber si había dado paso a la determinación de buscar respuestas.

De igual manera, La Dra. Olivia, había programado una videollamada con su asesor actual para hablar sobre las Distribuciones Mínimas Obligatorias (RMD).

“Entonces, ¿qué son exactamente estas ‘RMD’?”, preguntó el Dr. Ethan, yendo directo al grano.

Asimismo el asesor, con su habitual sonrisa, explicó: “Ah, RMD, o Distribuciones Mínimas Obligatorias. Son los retiros obligatorios que el IRS exige que empieces a hacer de tus cuentas de jubilación tradicionales (como los 401(k) y las cuentas IRA) al cumplir 73 o 75 años”. Añadió que la idea era que el gobierno recaudara impuestos sobre ese dinero diferido.

Los Miller escucharon, asintiendo. Parecía sencillo. Sin embargo, Olivia tenía una pregunta.

Pero… ¿y si no necesitamos ese dinero? Si lo retiramos, aumenta nuestros ingresos, y con nuestras consultas médicas y dentales.

Eso podría llevarnos a una categoría impositiva mucho más alta.

¿Verdad?.

También consideró cómo esto podría afectar sus planes de viaje o incluso sus donaciones benéficas, ya que la reducción de impuestos podría disminuir su efectivo disponible.

El asesor dudó un momento y les dijo que este tipo de preguntas no eran tan cruciales para un asesor financiero, ya que los asesores de la mayoría de las grandes firmas de inversión se centran en la gestión de carteras de inversión.

Normalmente, este tipo de preguntas debería responderlas un contador público certificado (CPA), pero muchos clientes le han dicho que, cuando acuden a sus contadores, la gran mayoría están más interesados en presentar sus declaraciones de impuestos que en la planificación fiscal.

Por lo tanto, su sugerencia sería buscar un profesional especializado en planificación fiscal.

Tras este comentario, señaló que, debido a las políticas de su empresa, no podía recomendarle a nadie.

Luego intentó cambiar la conversación para preguntarles de nuevo si querían hacer nuevas aportaciones, ya que tenía unas anualidades que podrían ser útiles si hacían nuevas aportaciones a la cuenta de inversión.

Ethan y Olivia intercambiaron miradas. La conversación terminó con más preguntas que respuestas para los Miller.

En sus mentes, los Miller se preguntaban: “¿Seguiremos pagando más impuestos durante la jubilación que cuando trabajábamos?”.

¿Cuánto deberían retirar de su dinero? Ambos tenían cuentas 401(k) e IRA, y aunque habían visto varios vídeos explicando qué era una Conversión Roth, la idea de que pudieran hacer algo mal y tener que pagar la multa o impuestos adicionales los aterrorizaba.

Esa noche, mientras cenaban en un tranquilo restaurante de Mizner Park, Olivia le dijo a Ethan:

 “Esto es precisamente lo que me preocupaba. Nuestro asesor es bueno para lo básico, pero cuando se trata de optimizar los impuestos en esta etapa de nuestras vidas, parece que le falta una pieza del rompecabezas.

Pagaremos más impuestos de lo necesario y, francamente, eso no parece una buena gestión del dinero que tanto nos ha costado ganar”.

El Dr. Miller asintió. Comprendió que se trataba de ser inteligente con cada dólar para seguir disfrutando de sus viajes, cenas y filantropía.

El enigma de la distribución mínima de impuestos no era solo cuánto retirar, sino también cómo y cuándo minimizar el impacto fiscal y maximizar su patrimonio a largo plazo.

Sentían que los árboles no dejaban ver el bosque a su asesor. Era hora de encontrar a alguien que sí lo hiciera.

El poder oculto de la conversión Roth

Decididos a no dejar su futuro financiero al azar, los Miller sabían que necesitaban un cambio.

No fue fácil. Tras décadas con el mismo asesor, la idea de encontrar uno nuevo les parecía un divorcio financiero. Sin embargo, la conversación con su asesor actual les abrió los ojos a un mundo de estrategias que su antiguo asesor ni siquiera había explorado.

Su búsqueda los llevó a conocer a un nuevo tipo de experto, un PLANIFICADOR FINANCIERO CERTIFICADO® que solo cobra honorarios, alguien que hablaba su idioma y, lo más importante, comprendía las complejidades de su patrimonio y sus aspiraciones.

Esa mañana, mientras Olivia se preparaba para su reunión con el nuevo asesor financiero, su teléfono vibró con una llamada entrante de su amiga, Brenda.

“¡Hola, Liv! ¿Golf esta tarde? Hace un tiempo perfecto y tengo muchas ganas de jugar”, dijo Brenda con la voz llena de energía.

Olivia sonrió. “Suena tentador, Brenda. Pero tengo una reunión importante esta mañana con un nuevo asesor financiero que Ethan y yo estamos considerando.

Por fin me lanzo, ¿sabes?” Hizo una pausa. “Te diré algo, ¿por qué no nos vemos en el club justo después? Podemos comer y te lo cuento todo”.

“¡Perfecto! Considéralo una cita”, respondió Brenda antes de colgar.

Esa “reunión importante” era con su nuevo asesor, Alonso.

Escuchó atentamente sus consultas, sus hijos, sus viajes, sus cenas con amigos y, por supuesto, su pasión por la filantropía y el golf en Boca Ratón.

Fue entonces cuando Alonso sacó a relucir un tema que resonó profundamente con la preocupación de los Miller sobre las distribuciones mínimas obligatorias y los impuestos futuros: las conversiones a Roth.

“Imagínense esto”, comenzó Alonso:

“Con el tiempo, sus cuentas de inversión sujetas a impuestos podrían seguir creciendo. Al igual que sus cuentas con impuestos diferidos. Como su 401(k) o IRA tradicional.”

Sin embargo, al retirar sus Distribuciones Mínimas Requeridas (RMD) a los 80 años, podrían terminar pagando más impuestos que durante sus mejores años laborales”.

Ethan y Olivia se miraron con preocupación. Alonso explicó que una Conversión Roth implica transferir dinero de una cuenta de jubilación tradicional (como su 401(k) o IRA) a una IRA Roth.

Sí, pagarían impuestos sobre el monto convertido en el año de la conversión. “Pero aquí está la clave”, continuó. “Una vez que el dinero está en la IRA Roth, no solo crece libre de impuestos, sino que, a diferencia de las IRA tradicionales, las IRA Roth no tienen RMD obligatorias para el titular original durante su vida”.

Esta era la pieza que faltaba. ¡Se acabaron los retiros forzosos que los empujan a tramos impositivos más altos!

La Dra. Olivia vio cómo esto liberaría fondos para más viajes, mayores donaciones benéficas y su membresía del club de golf, sin la carga fiscal de los retiros.

Por consiguiente, Alonso les presentó escenarios personalizados. Se detalló cómo optimizar conversiones parciales Roth en años fiscales estratégicos para minimizar impuestos.

La conversión a Roth significaría que los herederos o beneficiarios recibirían fondos futuros completamente libres de impuestos.

Para una pareja con un patrimonio considerable y un fuerte deseo de dejar un legado, adicionalmente esto fue revolucionario.

A diferencia de su asesor anterior, los Miller descubrieron la importancia de una estrategia proactiva.

Asimismo, la Conversión Roth fue más que una táctica fiscal. Alineó sus finanzas con sus valores de vida, permitiéndoles viajar, hacer filantropía e incluso disfrutar del golf sin preocupaciones.

Por lo tanto, se sintieron empoderados, con una nueva comprensión de cómo la situación fiscal podía jugar a su favor.

Su jubilación en Boca Ratón ya no era solo un concepto abstracto; era una realidad vívidamente planificada. Continuaron viajando, organizando animadas cenas con amigos, disfrutando de sus rondas de golf y expandiendo sus esfuerzos filantrópicos.

Sabiendo que su futuro financiero no solo estaba optimizado, sino verdaderamente seguro. Los Miller lograron una transformación económica real gracias a una guía experta que entendía sus valores y legado.

¿La historia de los Miller resuena con la tuya?

La trayectoria de Ethan y Olivia es un testimonio del poder de la planificación financiera proactiva y personalizada.

Como muchos profesionales exitosos en Boca Ratón, acumularon una riqueza sustancial. La verdadera tranquilidad llegó al contar con un asesor que comprendiera sus complejas finanzas, aspiraciones y estilo de vida.

En conclusión, no dejes que tu esfuerzo y tus sueños se desperdicien.

Esta historia es completamente ficticia y ha sido creada con fines meramente ilustrativos y de entretenimiento. El contenido presentado no debe interpretarse como asesoramiento financiero, recomendación de inversión, ni una oferta de servicios financieros de ningún tipo. Para obtener orientación personalizada sobre su situación financiera, le recomendamos encarecidamente consultar a un profesional financiero cualificado.